Aquellos que no salen en mis fotos.

Este post es una reacción inmediata y va dedicado especialemente para todas esas personas con las que compartimos gran parte de nuestro paso por acá, todos aquellos que nos esperan antes que lleguemos, y que nos reciben con una inmensa alegría, esas personas que no son nuestros padres, que no son nuestros hermanos mayores, ni siquiera son nuestros tíos legítimos, sin embargo, muchas veces les terminamos diciendo así.

Hace al rededor de una hora recibí una llamada de mi madre, estaba en la clínica con mi Tía Magaly y mi tío Mario, amigos muy antiguos y muy cercanos a mi familia, cercanos a tal punto que por diferentes motivos hace unos 15 años, tuvimos que vivir un par de meses en su casa, donde nos acogieron con los brazos abiertos.

Bueno, el tema es que el tío Mario sufre hace tiempo una enfermedad bien desgraciada, y tremendamente degenerativa (tanto mental como físicamente), hoy le dio un ataque, fuerte, lo llevaron al hospital... el daño era irreparable. Ahora solo queda esperar lo inevitable, mi madre y mi padre junto a ellos, y yo a cargo de mis hermanos, desde la casa.

Hoy, en cualquier momento, el tío Mario va a dejar este mundo para formar parte de otro, donde sin duda va a estar mucho mejor que ahora, al igual que la familia que deja.

Este post es para todas esas personas que, sin calar muy profundo en nuestras historias, se han preocupado de nosotros, que en parte también nos criaron y nos dan cariño... personas con las que no tenemos ninguna foto, tampoco anécdotas que contar, pero aún así son parte de lo que nos rodea, y por ende, algo de ellos hay en mi hoy.

Tío, escribir esto es mi forma de enviarte buenas vibras, de emanar paz a los tuyos, por que ahora te toca descansar a tí, y te lo mereces.

Todos tenemos un Tío Mario en nuestras vidas... todos somos un Tío Mario en la de algún otro.


Image Hosted by ImageShack.us